Wunderbar.

Y es que llevaré ni una semana aquí, pero suficiente para que parezca que llevo meses, que la gente de la academia la conozco de hace siglos, y que me de cuenta de que el último día me va a costar irme.

Recapitulemos... el domingo sorprendentemente mi compi italiano me llevó de fiesta a las 4 de la tarde.. con sus amigos, entre los que había dos españoles con los cuales me fui luego a cenar a casa de una japonesa saladisima pero el día tiraba más bien a triste... porque por mucho que la gente sea simpática... que te saquen 10 años se nota.

Pero eso sí, llegó el maravilloso lunes, fui a la academia acojonada pensando que no iba a estar bien apuntada en el curso pero sin problema. Y ahí es cuando nos empezamos a juntar por países, que típico... aunque aún eramos grupos pequeñitos. Así que nada fructifero por la noche vueltas y vueltas por ahí sin llegar a término aunque no estuvo nada mal, de vuelta a casa un kebab que por poco incluye la cucaracha que corría por el mostrador pero nada... al final le caería al siguiente.. (eso sí, las ganas de kebab se me han ido para el resto de mi vida... jajaja)
el martes... poco más que ir a clase, cada vez van metiendo más caña eso sí, después de clase de vuelta al italiano en el que ya estuvims el lunes y al que volvimos hoy... (como si no hubiera más sitios ni nada) y entonces sí vino la noche buena.. martes tenía que ser... ya me acordé yo....
el caso es que la academia organizaba una salida a un biergarten que acabó con todos en una discoteca que era una pasada, como no los españoles los últimos en irnos de allí y al día siguiente todos destrozados... de ahí que todo el plan de esta tarde a parte de volver a la pizzería fuera ir en busca de una tienda de ropa de 2º mano que se vende a peso.
Totalmente infructifero porque como cierran poco pronto y tal... pero bueno, acabó la cosa en un bar al que ya me habían llevado mis compañeros de piso tb genial en plan tranqui, y prontito para casa, que mañana se presenta un plan turístico que veremos en que acaba... porque como intentar quedar sin moviles ni internet ni telefonos fijos es toda una odisea pues...


Y.... veremos si no me dan los días y no vuelvo a pisar por aquí, pero es que la 1 de la mñn casi ya es hora de estar en el quinto sueño aquí o en la quinta cerveza si has salido de fiesta.


Saludos desde la mejor ciudad del mundo mundial.


S.g.

4 de julio. Electromusik.

Ayer, primera "fiesta" si es que a esto aquí le llaman fiesta. Barbacoa en la que a la hora de estar allí ya no sabía en que hablar... Los que hacían la fiesta una panda de franceses no muy dispuestos a hablar en otra cosa que no fuera francés, lo que consiguió que me pegara a gente mejicana, española e italiana. Aunque de camino hacia la ¿discoteca? ya abandonamos la costumbre de hablar con todos los idiomas a la vez y no enterarnos de nada, para hablar un poco más de alemán, y es que oye, con una cerveza parece que se habla un poco más deprisa en cualquier otro idioma...

Sobre los pubs... muy muy muy bonitos y muy chics eso sí, pero petados de gente que no deja de tirarte cosas encima y que solo se arrechucha para tener una mierda de sitio en la que sentarse o bailar, bueno... "bailar" porque por mucho que me digan que me voy a acostumbrar al "chunda chunda" esto dista mucho del charro rock, el pani y la imprenta. La música electrónica quizás me convenza dentro de un siglo... pero me da a mí que en unos cuantos días voy a seguir pensando que no es música.

Por lo demás... concluyo con un Francia - 0 , Italia - 1. y Alemania? pues interrogación, porque lo que pintaba como un día muy social se ha quedado en... a este paso me quedo el resto de la tarde aquí por la falta de comunicación con los del piso.

Así que: ¡Viva el aburrimiento!
Que llegue ya el lunes para ir a clase, que ahí si que no te queda otra que socializarte.


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3 de julio. Luz, más luz.

Esas fueron las últimas palabras de Goethe, que claramente dan a entender que a él también le entraba la luz por la ventana a las cuatro y diez de la mañana, y él, como buen alemán, tampoco tenía persiana. Y es que ponerte a hacer una pila de almohadas para esconderte detrás y esquivar la luz a las tantas de la madrugada es un tanto triste...

Y eso sí, aunque por la noche te mueras de frío, y sonrías diciendo; " toma! mañana ya no hará el calor insoportable de hoy..." Error! Error! a las 10 de la mañana te asas como todo hijo de vecino.

Y hablando de vecinos, no sé si habrá una mezquita cerca dado el elevado número de moros que rondan el barrio, o es que mis vecinos de abajo, que parecen ser de irán, cantan muy alto en sus rezos...


Odisea número dos: Volver al super a por más cosas (todas ellas con nombres que no entiendo claro...) y acabar comprandome post-it para empapelar la habitación, a ver si esa clase de métodos con palabras que usas pegadas a la pared funciona.


Y es que hubiera tenido algún plan de mañana bueno como ir a un lago a las afueras de Berlín con uno de mis compis si tuviera bici como el dice, pero ups! si yo NO voy a coger una bici en todo el mes... O al menos hasta la 3º vez que me quede excluída en casa.

Por último, creo que voy a intentar cocinar todas esas cosas que he comprado y que no entiendo exactamente lo que son. A ver si por lo menos saben ricas.



Aufwiedersehen.

Cris.

2 de julio. Toda una odisea.

Pisar Berlin sin Sonia al lado no es fácil, por lo menos tenía con alguien con quien discutir la dirección que tomar, sin embargo yo sola, sólo he conseguido perderme varias veces.

Eso sí, benditos españoles repartidos por el mundo que te aclaran a donde ir o donde no ir...

Por otra parte, como ya pensaba, es complicado comprar en un supermercado sin saber lo que pone en los envases.. y mientras la gente te arroya porque lleva prisa.. tu te pones a leer absolutamente todo a dos por hora... para eso sí, comprar poco más de un litro de la leche que no querías y unos cereales, que porque hay lidel en salamanca.. que sino también los habría comprado mal...

Y sí, quién dice que en estas ciudades inundadas de guiris no hace calor.. Já!

Menos mal que tengo un par de compis de piso que se preocupan de que compre lo que realmente quiero comprar... y de que llegue a casa sana y salva.


Como dato: en la cocina hay algo así como una competición por el almacenamiento compulsivo de chapas de cerveza. Que no está nada mal, dada nuestra afición de un año para acá.



Y después de levantarme a las 4 de la mañana las 9:30 de la noche va siendo hora de acabar de colocar la maleta (que ya sé yo que al final se quedará la mitad por hacer para mañana), y de dormir en una cama muy apetecible, aunque con una almohada asesina que me va a dejar el cuello fino.



Desde la capital germana,
Tschüss.

S.g.